El sector de la enseñanza ha sufrido un shock inesperado y violento que le va a costar tiempo y sobre todo mucho esfuerzo superar. En realidad, se ha precipitado lo que estaba insinuándose cada vez con mayor insistencia: ¿un cambio de modelo educativo? No, algo más fuerte todavía: un cambio de paradigma en el mundo de la formación, que obliga a abrirse a una nueva realidad. Hasta ahora se ha coqueteado con el cambio de modelo con la aparición de la formación online que ha ido ganando terreno, no tanto desplazando a la presencial, ni siquiera inventando un modelo propio, sino haciéndola más asequible para llegar a un mayor número de personas.
En ese proceso de caminar hacia un nuevo modelo se han quedado a mitad del camino, ha sido una demostración de un quiero y no puedo.
El recuerdo nos puede llevar al momento en que apareció la televisión en un mundo dominado por la radio. ¿Cuál fue la tentación? Llevar las características del mundo radiofónico a los platós de tv. Intento vano: son dos medios de comunicación distintos. Un brillante locutor de radio no puede alcanzar el mismo nivel en la televisión. Imposible. Así lo entendieron los grandes locutores como Matías Prats padre, pasando por Luis del Olmo y José María García. Ninguno alcanzará su nivel en un medio que no es el suyo.
¿Se puede llevar la formación presencial al mundo online?
Hasta ahora es lo que se ha pretendido. Ese esfuerzo no ha sido suficiente. Hay que diseñar una formación con la mentalidad del online, que no tiene nada que ver con el modelo presencial. La bomba que nos ha explotado entre las manos con la pandemia nos va a obligar a dar ese salto sin red. Las consecuencias de la explosión están siendo ya muy relevantes y lo van a ser más todavía.
Desde principios de siglo se han ido desarrollando con mayor intensidad las Universidades y Escuelas de Negocio en modo online, como alternativa al modelo presencial. El objetivo: llegar a un mayor número de personas, sin más limitaciones que disponer de un ordenador, una Tablet o un móvil, y de tiempo para dedicar al estudio.
Hasta ahora, el mayor esfuerzo se ha concentrado en fórmulas que permitieran trasladar el modelo presencial al modelo online, con mayor o menor fortuna, pero sin cambiar de paradigma.
Un profesor en un aula dando una clase magistral no se aguanta en online. El alumno se desconecta con gran facilidad. ¿Se puede replicar una clase entera con el profesor y con participación de los alumnos? Se puede, pero las dificultades, como se ha podido comprobar, son enormes: de tecnología, de horarios, de espontaneidad, de atención, de tiempo material para dar entrada a un número significativo, etc… No se logra la agilidad suficiente para implicar a todos los alumnos. La formación online actual pretende sustituir el método presencial, utilizando el método presencial. El resultado no acaba de satisfacer del todo a nadie.
El modelo presencial siempre tendrá importancia en el mundo de la formación, pero es necesario olvidar el modelo presencial para descubrir el verdadero modelo online, desde su misma raíz, es decir, de forma radical.
La revolución digital impone un nuevo paradigma en el mundo de la formación.
Hay que ser pioneros si se pretende de verdad reaccionar ante este reto sin perder en ningún momento la calidad y el rigor académico, ni caer en la tentación propia de algunos nuevos players tecnológicos que incluso llaman MBA a lo que no es un MBA. Nos va en ello la supervivencia de las instituciones de un sector que es prioritario para la sociedad.
¿Qué es neddux?
Autor
Sandalio Gómez, Profesor Emérito del IESE Business School.
